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Por Chen Zi

(Caricatura: Tan Xiguang)

El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció la decisión de imponer, a partir del 1o de agosto, un arancel del 30 por ciento a las importaciones de la Unión Europea (UE), alegando que los aranceles y las barreras comerciales no arancelarias impuestas por la UE han creado un enorme déficit comercial de EE.UU. con UE.

Desde el anuncio de Trump, las industrias de toda Europa han estado envueltas en la incertidumbre sobre el impacto real del arancel. Esto es especialmente cierto para el sector de procesamiento agrícola, donde los productores temen que un arancel elevado pueda dejar sus productos sin mercado.

Los irresponsables aumentos de aranceles de Washington no solo socavan los intereses de las empresas y consumidores, sino que también representan una seria amenaza para la economía global.

Los aumentos de aranceles en EE. UU. podrían llevar a otros países a responder, elevando sus propias barreras comerciales en aras de abordar los desequilibrios crecientes, incidiendo aún más en la fragmentación geoeconómica.

De acuerdo a un informe publicado el 22 de julio por el Fondo Monetario Internacional (FMI), esta nociva tendencia causaría da?os severos a la economía global.